Incomprendida, en solitario, escribe en su mesa. Café, bolígrafo, tabaco y papel... Entre indecisiones.
De costumbre, se pasea frente al espejo en movimientos danzantes, hasta alcanzar que se pierda el ansiado deseo.
Insistencia ofensiva; mejor guardo silencio.
Tus lindos ojos, que quiero ver una vez más, se esconden.
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